El humano con su capacidad de pensamiento abstracto, en esa operación perceptual de interpretar lo real, divide, fragmenta, opone; y es clásica la división entre corazón y mente. Estar dudosos en escuchar el corazón o la mente es una dialéctica convencional extendida.
Aqui lo que se propone es que la mente, la razón funcione en una configuración corazón y en cuatro cuadrantes.
En la palabra CoRazón, ya están unidas. Corazón y Mente.
La dialectica tendría su razón de ser, por que la razón ha quedado monopulso. Tengo razón en algo, pienso algo, creo algo y ya no cuestiono, no interrogo. El significante ( lo real) se coaguló en un significado que corrompe el pulso y lo atrapa, lo paraliza. Y hacemos un paro cardíaco. Eso es un uso particular de la mente, no es la mente.
Esa dialéctica genera «emocionales» estúpidos o «inteligentes» desalmados.
Vamos por pasos:
El pensar y el sentir son dos maneras de percibir lo real, dos idiomas. Para el estado fantasioso e inconsciente del humano mayoritario que se cree lo que dice, o lo que siente, o lo que piensa; no se da cuenta que son piezas de un puzzle coherente, si cada pensamiento, palabra, emocion y acción se reposiciona con los pensamientos inconscientes, los fallidos de las palabras usadas en el discurso, las emociones reprimidas y las acciones repetidas.
Querer elegir entre corazón y razón sería como dar más verdad a que una mesa es mesa o es table. En cada una de estas palabras nos muestra distintos aspectos de una mesa ( mesa como que pone a meseta en horizontal y table que esta hecha con una tabla).
Así más que encontrar quien tiene razón, sería que cada sistema perceptual añade valor para la decodificación de lo que está.
Ejemplo práctico:
Un hombre se casa y quiere tener hijos. Dice querer y tiene relaciones sexuales para tener, y está cansado para jugar con los sobrinitos. Tomando los canales comunicativos se ve que faltan piezas.
Entonces no es mostrar que tiene corazón y razón enfrentados, si no que muestra la complejidad de esta decisión y lo que implica. Así permite descubrir patrones de transgeneracional, por ejemplo: su madre por volcarse en los hjjos el padre se fue; o el padre de la madre, cuando ella nació, él murió. El programa está preservando de evitar eso. Son las preguntas de qué pasa con la pareja cuando tienes hijos. qué cambio de rol y de responsabilidad, qué ajustes en los otras áreas de mi vida.
Vivimos tan inconscientemente que tener un hijo, una promoción en el trabajo, una compra-venta de una casa, un cambio de país de residencia, y todo; se encara simplificando, «quitando miedos, poniendo determinación», manipulaciones y debates entre «esto o esto»; cuando la simplificación implica una compleja interacción ordenada y secuencial de múltiples aspectos multidimensionales internos y externos, con la configuración «esto y esto».
Lo simple es la complejidad funcionalizada.
El corazón y el cerebro son la evidencia de esa complejidad funcionalizada. Mucho por aprender de este cuerpo que es la dimensión concreta que pedagógicamente nos muestra el funcionamiento de las otras dimensiones que sincrónicamente nos componen.