Nuestra percepción refleja la lógica del pasado cuando tenemos la referencia en el pasado lineal de la experiencia donde hay programas a lo que acercarse y a lo cual huir, el objetivo es la supervivencia.
Esta percepción puede integrar la lógica del futuro que tiene como referencia el propósito de conciencia de la experiencia, la finalidad original de la existencia y que apunta a la fuente fuera de la existencia.
Estas dos lógicas se integran en el presente cuando reconozco el vacío que soy, estando, como humano explorador de la existencia tangible, a través de asumirme como traductor entre Ser y No Ser experimentado la conciencia en frecuencias de identidad, de percepción, de circuito sensible y de acción.
El cono de conciencia que se abre y genera un latido de separación, experimentación- metabolización y transcendencia.