El Resultado es el aspecto masculino y el Proceso el aspecto femenino.
El masculino y el femenino son principios que se manifiestan en cada ser humano.
La confusión de considerar que el hombre es lo masculino y la mujer es lo femenino, nos divide y nos focaliza hacia afuera. Cada ser humano le actúan estos dos principios.
Los principios: El masculino rápido y el femenino lento, son procesos internos de cada ser humano.
La oportunidad de desarrollar lo femenino en cada ser humano, es la clave para salir del victimismo y la tirania.
El principio femenino en el ser humano mayoritario ha quedado victimizado por el aspecto masculino, en modo sumido o venjativo.
El principio masculino en el ser humano mayoritario ha quedado represivo del aspecto femenino y tiránico o dador a venerar- endiosado.
Estas dinámicas traumáticas esconden otra etapa de una funcionalidad más madura. La que el principio masculino proporciona el potencial de cambio y el principio femenino lo desarrolla lenta y suavemente, integrando e incluyendo todos los elementos de formas complejas y globales.
Las violencias que viven ahora dentro de cada uno de nosotros, después son proyectadas a fuera, enfrentado a los sexos. Una oportunidad de reconocerlo y sincronizar estos principios en tomar el potencial de la existencia, que tiene su origen en la no existencia, y desarrollarlo expandiendo la conciencia.